miércoles, 25 de junio de 2014

Fallece Ana María Matute

Hoy las letras españolas se han quedado un poco huérfanas. En especial la letra K ya que era  el sillón que Ana María Matute ocupaba en la RAE. Y es que hoy la gran dama de la literatura española ha fallecido hoy a los 88 años.


La escritora de padre catalán y madre riojana, pasó parte de su infancia residiendo en Mansilla de la Sierra, donde la gente del pueblo le influenció profundamente (según ella misma decía).
A lo largo de su carrera ganó casi todos los premios nacionales de literatura e incluso estuvo nominada al Premio Nobel. Pero el Premio Cervantes, que consiguió hace tres años, era el premio con el que realmente soñaba.

En esa ocasión pronunció un discurso del que os dejamos algún fragmento digno de recordar:
“Sospecho que no soy la primera en decir que nunca, durante la larga travesía de mi vida (salpicada, por cierto, de abundantes tempestades), imaginé que llegara a conocer un día como éste. Y, junto a la inmensa alegría que me invade, debo confesarles que preferiría escribir tres novelas seguidas y veinticinco cuentos, sin respiro, a tener que pronunciar un discurso, por modesto que éste sea. Y no es que menosprecie los discursos: sólo los temo. Mi incapacidad para ellos quedará manifiesta enseguida, y, por tanto, me permito apelar a su benevolencia. Pero antes deseo hacerles partícipes de mi agradecimiento:este premio lo considero como el reconocimiento, ya que no a un mérito, al menos a la voluntad y amor  que me han llevado a entregar toda mi vida a esta dedicación.
Así que esta anciana que no sabe escribir discursos sólo desea hacerles partícipes de su emoción, de su alegría y de su felicidad - ¿por qué tenemos tanto miedo de esa palabra? - a todos cuantos han hecho posible este sueño, sueño que me acompaña desde la infancia. Desde aquel día en que oí por vez primera la mágica frase: «Érase una vez...» y conmovió toda mi pequeña vida. Érase una vez un hombre bueno, solitario, triste y soñador: creía en el honor y la valentía, e inventaba la vida. San Juan dijo: «el que no ama está muerto» y yo me atrevo a decir: «el que no inventa, no vive».
Y llega a mi memoria algo que me contó hace años Isabel Blancafort, hija del compositor catalán Jordi Blancafort. Una de ellas, cuando eran niñas, le confesó a su hermanita: «La música de papá, no te la creas: se la inventa». Con alivio, he comprobado que toda la música del mundo, la audible y la interna -esa que llevamos dentro, como un secreto - nos la inventamos. Igual que aquel soñador convertía en gigantes las aspas de un molino,igual que convertía en la delicada Dulcinea a una cerril Aldonza. Inventó sensibilidad, inteligencia y acaso bondad - el don más raro de este mundo- en una criatura carente de todos esos atributos, (¿Y quién no ha convertido alguna vez a un Aldonzo o Aldonza de mucho cuidado, en Dulcineo o Dulcinea...?). “ (podéis leer el discurso completo pinchando aquí)
Sus novelas no eran autobiográficas, pero ella estaba en todas ellas.  Su obra estaba impregnada del espíritu de una infancia con más sombras que luces que abominaba de la ñoñería. La escritora era crítica con los niños de hoy y lo reflejó en varias ocasiones. Según dijo en una entrevista "Lo políticamente correcto lo fastidia todo. Ahora no le puede leer a un niño un clásico, que son fabulosos, porque hoy hay que decirles amén a todo y al final la caperucita se hace amiga del lobo. Y esto no es así, porque en la vida te vas a encontrar lobos tremendos..."


Por otro lado denunciaba las carencias de esos chavales “abducidos por las nuevas tecnologías” con responsabilidad social y que cometen faltas de ortografía. “De jovencita, si algún pretendiente me escribía con faltas de ortografía, aunque fuera el chico más guapo del mundo yo lo descartaba rápidamente. Me parecía horrible que un joven de 15 años cometiera faltas de ortografía. Fíjese… ¡Ahora me quedaría sin novio!”


Esta maga del bosque, como a ella le gusta calificarse, fue creadora de un mundo narrativo propio, lleno de unicornios, trasgos, duendes, cuartos cerrados, y paraísos inhabitados, con los que siempre ha intentado buscar su lugar en el mundo. Hoy deja una novela sin acabar que verá la luz en septiembre, pero también deja tras de sí una gran lista de libros que son parte importante de la literatura española.

Noticia La Vanguardia.comLibros

1 comentario:

  1. Juanjo, el profe de primaria, nos informa que es muy recomendable la lectura de "El polizón de Ulises".

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