Estábamos dando un paseo por internet y nos hemos encontrado con un artículo en la web de la Biblioteca del CEIP Juan de Vallejo de Burgos, un artículo que nos ha resultado muy interesante. En él nos hablan sobre las ideas falsas que con el tiempo se han ido creano sobre la lectura infantil o juvenil, y que no siempre son ciertas. Algunas de esas escabellaas opiniones, son las que aparecen a continuación.
1. Los cuentos populares traumatizan
a los niños. Los padres
rechazan algunos cuentos clásicos pensando que pueden provocar temor. Sin
embargo, el poder afectivo de la voz y la compañía del adulto proporcionan al
niño la seguridad que necesita para escuchar estas historias.
2. Cada libro tiene una edad ... a medida que crecemos nos va gustando menos. Algunos sí, pero hay muchos sin fecha de caducidad. Releer libros que los niños saborearon en su infancia y descubrir otros de contenido aún difícil para ellos, les ayuda a crecer como lectores.
3. Nuestros hijos deberían leer los
libros que nos gustaron a nosotros. En el acto de leer, cada lector aporta su propia
experiencia y convierte el relato o el poema en algo propio. Hay que dejar que
desarrollen sus propios gustos y disfruten de lecturas diversas.
4. Internet y la televisión son
enemigos de la lectura. Complementar la lectura de libros con otros soportes pone al niño en
contacto con formas de comunicación que van a estar muy presentes en su vida.
Conviene que el adulto conozca sus contenidos, pacte los tiempos que el niño va
a dedicarles e intercambie opiniones con él.
5. Los tebeos son para niños pequeños. Los tebeos o cómics, no son una lectura menor. Simplemente usan un lenguaje diferente que narra, a partir de imágenes y secuencias, historias muy diversas. ¿Por qué no descubrirlos con tus hijos?
6. A los niños solo hay que contarles historias para que aprendan a leer, luego ya siguen solos. Falsa afirmación en un doble sentido: primero, porque los niños leen desde que nacen y, segundo, porque la necesidad de contar historias dura toda la vida.
7. Lo de contar cuentos es mejor
dejarlo para los profesionales. Los padres pueden relacionar lo que hay en los libros
con lo que el niño conoce, con lo que le satisface y necesita. A partir de
aquí, sólo se necesita la voz y el cariño.
8. Hay que contar el cuento siempre del mismo modo para no confundir al niño. No. Distintas aproximaciones a una misma historia pueden ser buenas. Es una estupenda idea aprovechar la variedad de posibilidades de lectura o de juegos que ofrecen algunos libros.
9. Hay que contar todos los días para que el hábito de la lectura se convierta en una actitud natural. Contar cuentos no es una obligación diaria. Recitar una poesía, cantar una canción, ofrecer al niño opciones más autónomas o simplemente hablar con él, son alternativas perfectamente válidas.
10. Si les gustan los cuentos desde pequeños serán buenos lectores en el futuro. Probable, pero no seguro. La práctica de la lectura ayudará a solidificar hábitos y a perfilar gustos. Pero hay que ofrecer los libros al niño sin pedirle nada a cambio, de modo que se pueda crear en él una natural predisposición hacia la lectura.
muy ciertos las falsas opiniones de la lectura todas dicen la verdad .. gracias por su aporte .....
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